El conflicto diplomático entre Colombia y Estados Unidos ha generado preocupación en los colombianos indocumentados en territorio estadounidense. Desde la decisión del gobierno colombiano en no recibir los dos vuelos con deportados, seguida de amenazas de sanciones comerciales por parte de Estados Unidos. Aunque el conflicto se está resolviendo, la situación refleja un endurecimiento en las políticas migratorias y las tensiones diplomáticas que impactan a estas personas. Para los colombianos indocumentados, este episodio no solo aumenta el temor a la deportación, sino también la vulnerabilidad frente a las políticas migratorias estadounidenses.
“La incertidumbre es muy grande, esta situación hay que manejarla de otra manera, pienso que los impulsos no nos van a llevar a ningún lado, y lamentablemente ellos como son entes del gobierno y por ser la cabeza mayor de cada estado, pues deben analizar bien. Al final es la gente que la que va a sufrir cualquier golpe en las decisiones que tomen” dijo Jonathan Medina, inmigrante colombiano en Estados Unidos.
La administración de Trump ha adoptado políticas migratorias más estrictas como:
- Emergencia Nacional Fronteriza.
- Inmigración legal.
- Cambios en la Visa H-1B.
- Suspensión de refugiados.
- Búsqueda de pena de muerte a crímenes de alto riesgo cometidos por inmigrantes indocumentados.
Clara Guarnizo, inmigrante colombiana en Houston, Texas, dijo que: “Cada inmigrante es un caso específico, es una historia diferente. Las personas que trabajamos en situación irregular es enfrentar cada día desafíos. Tengo compañeros que hoy no asistieron al trabajo por temor a que las autoridades los capturen por no tener completamente sus papeles”.