Trabajo articulado entre SIJIN, inteligencia policial y la comunidad condujo a la incautación de más de 400 papeletas de estupefacientes.
Tres sujetos con antecedentes judiciales fueron capturados por la Policía Nacional cuando intentaban comercializar sustancias ilícitas a orillas del río Venadillo. El operativo forma parte de la ofensiva contra el microtráfico en el departamento del Tolima.
Un operativo policial que culminó con la captura de tres expendedores de estupefacientes, quienes utilizaban las orillas del afluente como punto estratégico para sus actividades ilícitas. Un trabajo meticuloso de inteligencia e investigación criminal permitió dar un nuevo golpe al microtráfico en el departamento del Tolima, evidenciando que no hay rincón donde la delincuencia pueda estar segura.
Los habitantes de Venadillo venían expresando su preocupación por el aumento en la venta y consumo de sustancias ilícitas en zonas cercanas al río, un espacio que debería ser de esparcimiento y disfrute para las familias. Estas denuncias ciudadanas no cayeron en oídos sordos y se convirtieron en el punto de partida para una investigación que durante semanas adelantaron en silencio los uniformados de la Unidad Básica de Investigación Criminal (SIJIN) en coordinación con el personal de inteligencia de la Estación de Policía Venadillo.
«La información suministrada por la comunidad es fundamental para nuestro trabajo. Cuando los ciudadanos denuncian, estamos un paso más cerca de ganarle la batalla a la delincuencia», señaló uno de los investigadores que participó en el operativo.
La articulación con la Fiscalía Local N°65 completó el engranaje institucional necesario para avanzar en este caso, demostrando que la cooperación interinstitucional es clave para obtener resultados contundentes en la lucha contra el narcotráfico a pequeña escala.
La mañana transcurría con aparente normalidad en Venadillo cuando los uniformados, tras varias jornadas de seguimiento y vigilancia, decidieron que era el momento ideal para actuar. Con información precisa sobre ubicación y rutinas de los sospechosos, desplegaron un operativo coordinado que permitió sorprender a los tres individuos justo cuando se disponían a realizar sus actividades ilícitas.
«Fue un trabajo minucioso de planificación. Debíamos actuar en el momento exacto para asegurar tanto las capturas como las evidencias», comentó un oficial que participó en el procedimiento.
Los detenidos, con edades de 24, 32 y 50 años, no tuvieron tiempo de reaccionar ante la presencia policial. El factor sorpresa resultó determinante para impedir que pudieran deshacerse de las evidencias, como suele ocurrir en este tipo de operativos cuando los criminales arrojan los estupefacientes al agua o los esconden entre la vegetación ribereña.